Lo que le sucede a tu piel con los excesos navideños
¡Ha llegado la Navidad! El turrón, los polvorones, las copitas de vino y de champán que hemos tomado en las cenas de empresa, noches en familia, fiestas interminables que están llenas de excesos. Muchos se preocupan por mantener la línea, pero, ¿y de cuidar la piel? Si la cara es el espejo del alma también se merece que la cuides con el mismo esmero que el resto de tu cuerpo.
Las grandes comidas y la ingesta de bebidas destiladas provocan una piel amarillenta, bajos niveles de oxígeno en sangre que reduce la producción de colágeno, reducción de vitamina A apareciendo sequedad y descamación, envejecimiento prematuro de la piel, producción de histaminas que altera y desmejora el estado de la pie, etc.
¿Y entonces qué podemos hacer con nuestra piel? Cualquier cuidado es poco. Conviene que cada noche y cada mañana la limpiemos en profundidad con tónico y leche limpiadora o en su defecto con agua micelar y a continuación la hidratemos con crema y sérum, pero además de eso conviene una ayuda extra, bien con mascarillas y alguna ampolla que contenga propilenglicol y sorbitol, que hidrata, revitaliza y nutre la piel para que la superficie quede lisa y uniforme.
Los días siguientes a las grandes comilonas es muy favorable el consumo de grandes cantidades de frutas y verduras que pontenciarán el efecto de los cosméticos porque gracias a su gran cantidad de agua también hidratarán la piel y esta volverá a tener el mismo brillo.
Fuente: Europa Press
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