¿Qué descalificativos hacen más daño a las mujeres?
Manipuladora, controladora, mandona... quién no ha oído alguna vez esas palabras refiriéndose a una mujer. Unos calificativos que podrían hacer mucho daño a la psicología del sexo femenino como desprende un estudio elaborado por Special K.
Gracias a los resultados obtenidos, la compañía ha averiguado que el 61% de las mujeres españolas se siente dañada cuando recibe alguno de estas etiquetas en su día a día.
"Las etiquetas condicionan nuestras emociones. La mujer, hasta hace nada, era la máxima responsable de la organización del hogar, las actividades de los hijos y de compaginar todo esto con su trabajo y su vida personal. Organizar, mandar, controlar y manipular, a pesar de que no tienen nada que ver, pueden malinterpretarse. El uso que damos a las palabras y la manera en que calificamos a los demás debilita la autoestima y la seguridad de la persona. De hecho, donde una mujer se ve como "colaboradora, organizadora y facilitadora" otros pueden verla como mandona", según explica la psicóloga Patricia Ramírez.
Además, de la encuesta se desprende que cuanto más joven es la mujer más vulnerable es al lenguaje negativo. "Las experiencias de la vida nos ayudan a construir nuestra fuerza interior. Donde creíamos que había un límite vemos que no lo hay, es decir, con los años tenemos mayor perspectiva de todo lo vivido y eso todavía nos da más fuerza", añade Patricia.
Sin embargo y a pesar de que estos descalificativos forman parte de nuestro lenguaje cotidiano, la mujer española se considera fuerte. El 86% de las encuestadas dice tener fuerza interior entendida como seguridad en sí misma, capacidad de lucha y decisión para emprender acciones.
Por regiones, las españolas con mayor fuerza interior son las canarias, seguidas por las cántabras y las riojanas, mientras que las madrileñas, vascas y aragonesas son las que peor opinión tienen de sí mismas, en este sentido.
LAS MADRES NUESTROS MAYORES REFERENTES
El 67% de las mujeres españolas tiene como referente de fuerza interior a su madre, seguida de su abuela y de sus profesoras. Con estas respuestas se demuestra que en nuestro país, las madres siguen siendo, hoy en día, el ejemplo a seguir. "La madre ha ejercido en casa de pilar. Es el ejemplo de amor incondicional, de valores... Y todo gracias a su fuerza interior, fruto del amor hacia los suyos, de la motivación de educar, de controlar el entorno, de proteger para que las piezas del puzle encajen. La fuerza interior de la "madre de toda la vida" se ha nutrido, más que de necesidades personales, de dar amor, apoyo y seguridad a su familia", comenta la psicóloga.
Fuente: Europa Press
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