Trastorno del deseo sexual hipoactivo en las mujeres

La falta de deseo sexual hoy en día es un problema femenino frecuente, según estudios científicos, un tercio de las mujeres tiene dificultades en las relaciones sexuales, no estamos hablando de una perdida ocasional del deseo sexual, es normal que ocasionalmente disminuya el apetito sexual en las mujeres, el trastorno del deseo sexual hipoactivo es más grave aún.
Esto puede ser perjudicial para llevar una vida de pareja, teniendo en cuenta que el encuentro sexual es vital en una relación.

¿Qué es el trastorno sexual hipoactivo?

El trastorno se define como la ausencia de deseo e interés sexual. Según estudios se habla de este trastorno cuando la falta de interés y excitación sexual tiene una duración de al menos seis meses.

Causas del trastorno del deseo sexual hipoactivo

Las causas pueden tener origines físicos o psicológicos.

Físicos

Factores hormonales
Uso de píldoras anticonceptivas
Uso de medicamentos para controlar la presión arterial
Uso de antidepresivos
Sexo doloroso

Psicológico

Las causas pueden ser psicológicas dependiendo del nivel educativo, antecedentes de agresiones sexuales, índice de masa corporal, y la etnia.

Tratamiento del trastorno del deseo sexual hipoactivo

La compleja naturaleza de la función sexual de la mujer requiere un enfoque holístico del tratamiento, dependiendo de la causa.

Tratamiento farmacológico

Estrógenos

La terapia estrogénica, vía oral, transdermica o vaginal parece ser útil en el tratamiento de la sequedad, la irritación vaginal postmenopáusica, pero no tiene un efecto directo en el deseo sexual, y esta indicada solo si la sequedad vaginal es un factor subyacente en la disminución del deseo sexual.

La flibanserina

un antidepresivo que actúa selectivamente sobre las vías de neurotransmisores inhibitorios y excitatorios que intervienen en el deseo sexual, se observó que aumentaba la libido en animales de laboratorio y seres humanos.

Tratamiento psicológico

La terapia psicológica es un aspecto importante y puede ser en forma de educación sexual básica, terapia de pareja, terapia sexual, psicoanálisis, aunque hay datos limitados sobre la eficacia de estas intervenciones.

En muchas ocasiones puede ser suficiente para la solución del trastorno con educación sexual básica realizada por el médico o enfermera de atención primaria (explicación de la anatomía y fisiología básica, la respuesta sexual normal, y los cambios normales de la sexualidad con el envejecimiento), psicoterapia de apoyo, reforzando la atención a los aspectos de la comunicación con su pareja acerca de los sentimientos y necesidades.